Meghan Markle romperá el protocolo el día de su boda.
Enrique de Inglaterra y Meghan Markle serán los protagonistas de la boda real del año el próximo 19 de mayo. Pero cada vez menos posibilidades de que el príncipe llegue algún
día a ostentar la corona (cuando en abril nazca el tercer hijo de los duques de
Cambridge se convertirá en el sexto en la línea de sucesión), hace que la
pareja no tenga miedo en romper el protocolo el día de su enlace en la capilla
de San Jorge, en el castillo de Windsor.
Según informan los medios británicos, la hoy ex
actriz planea variar el protocolo habitual en las bodas de la familia real
británica de varias formas. Según ha revelado The Sunday Times, Markle ofrecerá un discurso a los
asistentes al enlace. En la recepción que se celebrará tras la ceremonia
nupcial en el castillo de Windsor (centro de Inglaterra), pronunciará un
discurso en el que rendirá un "cariñoso" tributo a su esposo y
mostrará su agradecimiento hacia Isabel II. Un discurso que también tendrá
momentos para las bromas y escucharán las 800 personas que se prevé que sean
invitadas a la celebración. “Quiere tener la oportunidad de dar las
gracias a su esposo y a todos quienes les han apoyado. Enrique lo apoya
totalmente”.
Públicamente, solo se ha visto juntas a la reina y a Markle
en la misa del día de Navidad en Sandringham. Aunque ya
estuvieron juntas en el tradicional almuerzo navideño celebrado en el
palacio de Buckingham, otro de los momentos en los que la pareja rompió el
protocolo, pues a este tipo de reuniones, hasta la fecha, solo acudían las
parejas de los miembros de la familia real británica una vez casados.
Markle no solo romperá el protocolo el día de su boda con un
discurso. Se rumorea que la intérprete de 36 años, famosa por su
participación en la serie Suits, también quiere que quien la
acompañe al altar sea su madre, y no su padre como manda la tradición.
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